elecciones mid-term
La noche del pasado martes supuso un punto de inflexión muy diferente para las dos grandes fuerzas políticas de Estados Unidos. Los demócratas han sufrido una derrota histórica en las urnas perdiendo sin paliativos la mayoría en la Cámara de Representantes, manteniendo a duras penas el Senado y cediendo nueve estados respecto a los comicios generales de hace apenas un año. Por otro, los republicanos han visto como los estadounidenses acudían a ellos para castigar la política de Barack Obama y salen más que fortalecidos de la batalla de las mid-term y con la vista puesta en las presidenciales de 2012.