El pulso entablado entre el poder judicial argentino y el entramado político kirchnerista continúa apuntando a un desenmascaramiento ante los tribunales de la fuerza liderada por Cristina Fernández, a pesar de que el juez federal Daniel Rafecas haya desestimado la denuncia formulada por el fiscal Alberto Nisman, y ejecutada por Gerardo Pollicita, contra la presidencia por el supuesto encubrimiento de Irán, tras el brutal atentado contra el centro judío AMIA en Buenos Aires.
El fiscal federal Gerardo Pollicita podrá apelar la decisión del juez Rafecas, pero resulta muy previsible que una apelación de esta índole no prospere.