crítica
En el prólogo de su libro Sobrevivir a un gran amor, seis veces (RBA Ediciones), Luis Racionero (La Seo de Urgell, 1940) anuncia el propósito de no “escribir unas memorias indiscretas ni un ensayo sobre la condición femenina”. Y en verdad, hay lo suficiente de lo primero para que el libro tenga su pequeño morbo, y hay menos de lo segundo, que lo hubiera hecho probablemente presuntuoso. Para lo primero, Luis Racionero recurre al elegante ardid de esconder las sucesivas mujeres de su vida con una numeración ordinal, desde la A hasta la F, aunque ello no impide que se reconozca alguna identidad.